Este miércoles varios medios de comunicación y seguidores me preguntaron: Carlos ¿cómo le va a ir a la economía mexicana con Trump? ¿estamos al borde del abismo? ¿qué oportunidades de negocio ves, las hay?
Una cosa es hablar y prometer en campaña y otra muy diferente es cumplir esas palabras, una vez que se analizan los pros y contras de cada promesa, pero hay puntos muy específicos que Trump podría llevar a cabo en los próximos 4 años, con beneficios y daños para la economía de Estados Unidos y México.
Trump es un empresario por lo que es altamente probable que si cumpla con su promesa de bajar el ISR empresarial de 21.0 a 15.0%. Pagar menos impuestos beneficia a las empresas que podrán tener más utilidades, mismas que pueden repartir entre sus accionistas, o bien llevar a cabo nuevas inversiones para que las empresas crezcan, por eso los mercados bursátiles están subiendo.
Para México es una buena noticia que los norteamericanos en general tengan más dinero para gastar en productos mexicanos o manufacturados aquí. El gobierno de México debería estudiar los resultados de esta medida, porque a nivel global, el modelo impositivo es reducir los impuestos a las empresas y subir los impuestos al consumo.
Para las finanzas públicas de Estados Unidos, al reducirse sus ingresos, habrá que gastar menos. Trump dice que el dueño de Twitter hoy X, Elon Musk, estará a cargo de una oficina que vigile el gasto gubernamental y buscará formas de reducir el mismo. Esa no es una buena noticia para su economía, ya que menor gasto público, se traduce en menor consumo de las empresas proveedoras del gobierno y sus empleados.
Trump también ha dicho que impondrá aranceles a México si las drogas e inmigrantes no dejan de llegar a su país. Esa es una muy mala noticia para los consumidores norteamericanos, ya que mercancías por 400,000 millones de dólares anuales, que hoy exporta México a Estados Unidos, se verían afectadas. Más que dañar a México, perjudica a las empresas norteamericanas que maquilan sus bienes en México.
El objetivo de Trump con esta medida, que debemos dudar mucho se lleve a cabo, por las quejas de sus propios empresarios, es que las empresas estadounidenses instalen sus fábricas en Estados Unidos, pero mientras que allá se pagan sueldos maquiladores de 50,000 dólares al año, en México por el mismo trabajo se pagan 12,000 dólares al año. Sería un balazo en el pie.
Es altamente probable que las rencillas comerciales de Trump con China se mantengan y eso beneficia a México, como opción de inversión, pero para lograr atraer esas inversiones, México debe invertir en energía verde, dotar de agua, y, además, ser muy cuidadoso de evitar que México se convierta en trampolín de China para llegar a Estados Unidos. México deberá coordinar su política fiscal con la de Estados Unidos, en lo que se refiere al trato que le dé a China.
Como podemos ver, si bien la llegada de Trump a la Casa Blanca no es el mejor escenario para México, se abren oportunidades para quienes las sepan aprovechar. Serán menos que si hubiera ganado Kamala Harris, el peso frente al dólar sufrirá volatilidad, pero habrá formas de salir adelante.
De este y otros temas, podemos hablar en el chat…
Carlos López Jones, es Director de Consultoría Empresarial en Tendencias Económicas y Financieras
Columnista, conferencista y colaborador en radio y TV en temas especializados de economía y finanzas
En X: @Carloslopezjone