Estados Unidos, Europa y Canadá, cada uno por separado están tomando medidas para reducir la inmigración tanto legal como ilegal. Una decisión muy complicada para cada país, ya que en el Viejo Continente la población local está bajando en algunos países y en América del Norte más del 80% del crecimiento de su población, se explica, precisamente por el arribo de residentes extranjeros.
Occidente sabe muy bien que si la población empieza a caer, ello traerá graves problemas para su economía, conforme la oferta supere la demanda y los precios caigan, como ha sucedido con la deflación en Japón en los últimos 20 años, pero en Europa la llegada de millones de musulmanes, ha provocado una crisis social, donde los recién llegados no se adaptan a la sociedad europea, mientras que en Estados Unidos y Canadá, la población considera que son culpables del alza en el precio de casas y alimentos, lo cual no es cierto.
Mientras que Estados Unidos ha hecho un gran trabajo para adaptar a los inmigrantes a su cultura, en Europa las ayudas sociales, la compra de una cantidad muy importante de negocios y bienes por parte de la comunidad árabe musulmana, ha permitido que se creen sociedades musulmanas dentro de las sociedades europeas. Quienes arriban a esos países no deben adaptarse a las costumbres ya establecidas y pueden continuar con su cultura, lo que lleva a un choque de culturas.
Los europeos temen que los musulmanes, al tener una tasa de natalidad más elevada que ellos, en un futuro sean mayoría y regímenes musulmanes totalitarios se apoderen de sus países. Por ello, pensando en su seguridad, han considerado reducir la inmigración musulmana a sus países, aunque ello traiga consigo menor consumo, deflación y tasas de interés negativas.
En Estados Unidos y Canadá, los apoyos monetarios que dieron sus gobiernos a sus habitantes en la pandemia han provocado presiones inflacionarias. Repartir dinero, tiene consecuencias, pero la población considera que es culpa de los inmigrantes que llegan por millones cada año a sus países.
Lo que no ve la población en general, es que esa inmigración latinoamericana y asiática, permite incrementar la mano de obra y reducir las presiones salariales e inflacionarias de forma importante, aunque desde el punto de vista del votante, se trata de una competencia desleal de mano de obra barata.
Canadá ha tomado una decisión interesante. Sabe que no puede incrementar la tasa de natalidad local, así que reducirá las visas permanentes durante 3 años y después estudiará los efectos de esta medida. Canadá entiende que su población debe crecer y que, si solamente confía en su población, eso no sucederá, ya que muchos canadienses, incluso emigran a Estados Unidos.
En el caso de México, es notoria la presencia de inmigrantes provenientes de Colombia, Venezuela, Ecuador, Haití, Cuba, Argentina entre otros países. Hasta el momento, no hay programas oficiales que legalicen su estadía, aunque debieran existir los mismos, ya sea por control, como para dar un ejemplo al resto del mundo. Al igual que en otros países, la Población Económicamente Activa de México, sigue creciendo, pero cada vez lo hace a un ritmo menor que antes, por lo que también requerirá de inmigrantes en los próximos años.
De este y otros temas, podemos seguir hablando en el chat.
Carlos López Jones, es Director de Consultoría Empresarial en Tendencias Económicas y Financieras
Columnista, conferencista y colaborador en radio y TV en temas especializados de economía y finanzas
En X: @Caloslopezjone